DE LA RESURRECCION JUSTA Y NECESARIA
Por: F.S.R. Banda .-
Quienes murieron en el horror
en el dolor en el desamparo
en oscuras celdas en fétida humedad
en el silencio después de los gritos
en la angustia del miedo
en plena desilusión de los otros
en el horror de ser ellos allí
en la tortura en brutal injusticia
Habrán esperado pensado soñado
un día (venidero) de justa resurrección
Habrán muerto en la esperanza
sino en la certeza desesperada
de la urgente Venganza
asistidos en esa hora triste
por el sol del necesario día (venidero)
en el que otra sangre (la infame)
escurrirá en esos mismos sótanos
y esa sangre lavara sus almas
y serán llamados por voces
innumerables
Y ahí
en esa dulce visión de multitudes
destrozando sus asesinos sus torturadores
sus enemigos sus carceleros
hasta la tercera generación
serán renacidos
en la paz y calma de nuevos días (venideros)
(Y la sal en sus guaridas sellara
en justa y necesaria eternidad
el terror que derramaron)
Solo en esa visión de sangre sobre sangre
habrán encontrado la fuerza para morir
en medio del dolor
del desamparo
de oscuras celdas
de fétida humedad
del silencio después de los gritos
de la angustia del miedo
de la desilusión de los otros
del horror de ser ellos allí
de la tortura
de la brutal injusticia
Presiento que Alguien con la calma mayor,
fría y racional del buen Odio,
estará ya ordenando las horas
una a una
de ese sangriento día (venidero)
Así sea.
en el dolor en el desamparo
en oscuras celdas en fétida humedad
en el silencio después de los gritos
en la angustia del miedo
en plena desilusión de los otros
en el horror de ser ellos allí
en la tortura en brutal injusticia
Habrán esperado pensado soñado
un día (venidero) de justa resurrección
Habrán muerto en la esperanza
sino en la certeza desesperada
de la urgente Venganza
asistidos en esa hora triste
por el sol del necesario día (venidero)
en el que otra sangre (la infame)
escurrirá en esos mismos sótanos
y esa sangre lavara sus almas
y serán llamados por voces
innumerables
Y ahí
en esa dulce visión de multitudes
destrozando sus asesinos sus torturadores
sus enemigos sus carceleros
hasta la tercera generación
serán renacidos
en la paz y calma de nuevos días (venideros)
(Y la sal en sus guaridas sellara
en justa y necesaria eternidad
el terror que derramaron)
Solo en esa visión de sangre sobre sangre
habrán encontrado la fuerza para morir
en medio del dolor
del desamparo
de oscuras celdas
de fétida humedad
del silencio después de los gritos
de la angustia del miedo
de la desilusión de los otros
del horror de ser ellos allí
de la tortura
de la brutal injusticia
Presiento que Alguien con la calma mayor,
fría y racional del buen Odio,
estará ya ordenando las horas
una a una
de ese sangriento día (venidero)
Así sea.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home