Cancion de Amor para STELLA DIAZ VARIN
Stella Díaz Varín (1926- 2006)
Me acuerdo de la noche en que Carmen Berenguer lanzaba su libro "La Gran Hablada", íbamos post lanzamiento a El Toro, adelante junto al chofer Stella Díaz, atrás: Carmen, Carola Jerez y yo. No recuerdo el dialogo de memoria. pero ambas, Carmen y Stella, establecieron un dialogo celestial, un mezcla entre el mejor libro, el mejor plato de comida, y comentarios sobre la competencia entre escritura y arte, debido a que el lanzamiento del libro, coincidía con una muestra colectiva del arte de los 90, en el museo de Bellas Artes, donde la curadora era Rita Ferrer, y por eso íbamos camino a ese lugar de encuentro donde se mezclaría la teoría, el body art, y la poesía chilena de los 80.
De alguna manera planteaba Carmen, a su lanzamiento fueron los poetas, los de siempre, y sus amigas teóricas estaban en el Bellas Artes, Stella hablaba de los verdaderos amigos, y por momentos con su voz maravillosamente ronca, y maravillosamente cansada, hacia un largo silencio, como recordando sus amigos, de lejos, los mas viejos, los que se han ido desapareciendo, algo en su dejo nostálgico, nos hacia recordar a Stella Díaz Varin como una de las pocas sobrevivientes al olvido exagerado de su generación, y mas allá de eso, me hacia pensar desde siempre, lo sorprendente de su voz poética, que era mas grande que su propia poesía, y eso pocos poetas lo logran, marcar la voz, pero no esa voz del habla, sino esa voz que duele y como que pide a gritos que no se calle nunca la mano, porque así es esta carga terrible de miedos y soledades encima, que Stella de alguna manera llevaba en su mirada ruda, en sus lentes de marcos gruesos, en sus dejos de histeria romántica, cuando esa noche como todas las otra noches, terminaba hermosamente ebria, cansando a los amigos, cansando a la poesía, que egoístamente, pienso, siempre hablaba de ella como la chica hermosa que enamoro a Jodorowsky, y a toda su tribu masculina, a toda la Generación Literaria del ’50 : Enrique Lihn, Mariano Latorre, Jorge Teillier, todos, todos la amaban desde su pelo a su poetica. Pero Stella, era mucho mas que la chica mas linda de esos años dorados, era también la mas rebelde, la mas poeta. Y hablo de poeta y no de poetiza, porque la Mistral se desangro por todo latinomaerica explicnadonos eso, y no solo por las rondas, no solo por las niñas reinas y sus cantos desesperados, y los premios que le llegaron tardiamente, La Mistral, asi como Stella, lo argumentaba con su poética de rondas crueles, en un país que no quería bailar con ella, ni con toda esa larga historia de poesía de mujeres.
En esa mesa del bar, como muchas otra noches, estaban casi todos, la reunión estaba coronada por Stella Díaz, y sus comentarios, Rita hablaba de las nuevas tendencias y Nelly Richard era cómplice en los brindis y las copas de champagne con Stella, que a su vez brindaba con la estrella indiscutida de esa mesa Francisco Casas y su regreso apocalíptico a Chile, en un costado silencioso yo y mi amiga Gladys tratábamos de retomar miradas y diálogos, todavía tímidos, pero siempre protegidos por la caridad etílica y generosa de nuestra querida Rita que a su vez era la unión con la otra mesa políticamente ochentara: Lemebel, Berenguer y Parrita, también recuerdo a Coppello, a Becerro, a la familia Cárdenas, y Ximena Zomosa como parte representativa del lado visual de la mesa que posicionaba un dejo de odios silenciados por la derrota trágica de la poesía, con la belleza exagerada de las artes visuales, pero Stella, reía, toda la noche reía, a ratos se enojaba con furia, y luego se aferraba a las manos, a los dedos largos y a las alhajas exóticas de Pancho Casas, que colgaba en una larga falda y una blusa mucho mas larga, escotada con encajes florales, Stella dijo, según yo, y eso no lo olvide jamás, el poema mas lindo de Chile, “tu niñita, cabes como tres veces en esa blusa, están tan flaca, tan flaca...panchito están tan flaca..mira como vuela esta niña por esa blusa...”
Como siempre, la noche sigue en el desaparecido Insomnio, donde yo amaba a la dueña, y algunos se odiaban, algunos vasos volaban por el cielo, mi amiga amando clandestinamente, no diré a quien, pero muchos lo saben, y Stella Díaz Varin que nadie sabia quien ir a dejarla, quien la podia llevabar, quien la acercaba a la casa, quien la abrigaba en esa larga noche de borrachera y amorcitos bajo el abrigo.
Recuerdo, un verano cuando la calabaza del diablo organizo la lectura poética “Nunca saldrás del Horroroso Chile”...o algo así, Stella iba solo de auditora así como yo, y como muchos, en esa olvidado bar de lesbian power, el amor del bueno y sus gatos machos entre las sillas hippie, recuerdo, la lectura de varios amigos, y Stella que después de tener una discusión de genero con el cronista Gonzalo León, ella lo golpeo en su cara, directo un golpe cerrado que enmudeció a todos los asistentes, con su maldición ronca y brutal “desgraciado” repitió, dejando desvanecidas a las chicas lesbianas que no entendía el porque de este nuevo reinventado feminismo cultural, que mas tenia que ver con una acto de amor, que con un acto de genero. Y quizás por eso también fue hermoso, todo hablábamos después de lo exquisitamente desquiciada que estaba la poeta.
A Stella Díaz la ví varias veces, siempre así, miedo / belleza / locura. Ella era toda poesía, desde su pelo que me fascinaba hasta su voz. Hoy revisando mi correo, me encontré con la noticia de su muerte, supe por un amigo cercano que estaba enferma, hubiera querido escucharla leer por ultima vez, quizás alguna vez habarle dicho lo fans que era de su trabajo, así como mi teoría de que su generación insiste en ubicarla como la poeta linda, cuando yo sentía que ella debía exigir ser solo la poeta, sin esos apellidos siniestros que ponen los poetas que le escriben a las novias (poeta joven, poeta homosexual, poeta marginal) si lo único que importaba era su poesía, era su obra lo único que tenia que entrar en dialogo con la demanda cultural de estos tiempos y creo que de alguna manera, eso esta pasando, por eso esta canción de amor, como homenaje y como recado amoroso por esos dones predecibles de Stella, y su maravillosa poetica desquiciada en este país cada dia mas triste, con tantas muertes encima, de gente talentoza que se esta arrepintiendo de seguir en este horroroso Chile.
Palabras de Stella (L)
“Una sola será mi lucha y mi triunfo; encontrar la palabra escondida...”
“No. La poesía no es una ecuación biológica. La poesía, si tú la pudieras definir -porque es indefinible- es un arranque sentimental, es una memoria de otro arranque sentimental, nada más”.
”Yo creo que deberíamos preocuparnos un poco de que el poeta deje de ser una especie de ser mítico, alado y peregrino. El poeta es un ser humano con familia, con necesidades biológicas y necesidades de todo tipo, al que nadie le da boleto en este país (...) por lo menos me gustaría que el hombre creador tuviera una base y una mínima seguridad de vida para que pudiera seguir creando”.
SU POESÍA (L)
"Dejaban mi cabellera colgante desde el tronco de la puerta como trofeo
Sin precedencia en la historia de los indios manantiales
Y una cuenca abierta
para la mirada de los ojos indiscretos
colocada a la acera del abismo
Y esta era mi morada.
Un víbora, encerrada en la jaula,
destinada a cualquier pájaro,
y una piedra caída temporalmente desde la cima,
una piedra nómade en busca de aventuras
servía de puerta, de mesa de comedor...
Qué queréis que se haga con estos materiales.
Nada. Sino escribir poesía melancólica.
Acaso, cuando la noche
se despierte debajo de los murciélagos,
no haya otra cosa sino una sensación,
y a estas vertientes que a uno le aparecen desde el fondo de los ojos.
No haya
sino un alud de hijos de piedra,
de hijas de agua
de hijos de árboles.
Entonces escribiré mi biografía
al uso de los poetas indecisos.
Miraré a través de una llama de cobalto
y distinguiré objetos olvidados;
como cuando dormía adosada a la pared
y todo parecía bello sin serlo.
Tomaré una de mis pequeñas flautas colgantes
y entonaré la canción del amor."
Me acuerdo de la noche en que Carmen Berenguer lanzaba su libro "La Gran Hablada", íbamos post lanzamiento a El Toro, adelante junto al chofer Stella Díaz, atrás: Carmen, Carola Jerez y yo. No recuerdo el dialogo de memoria. pero ambas, Carmen y Stella, establecieron un dialogo celestial, un mezcla entre el mejor libro, el mejor plato de comida, y comentarios sobre la competencia entre escritura y arte, debido a que el lanzamiento del libro, coincidía con una muestra colectiva del arte de los 90, en el museo de Bellas Artes, donde la curadora era Rita Ferrer, y por eso íbamos camino a ese lugar de encuentro donde se mezclaría la teoría, el body art, y la poesía chilena de los 80.
De alguna manera planteaba Carmen, a su lanzamiento fueron los poetas, los de siempre, y sus amigas teóricas estaban en el Bellas Artes, Stella hablaba de los verdaderos amigos, y por momentos con su voz maravillosamente ronca, y maravillosamente cansada, hacia un largo silencio, como recordando sus amigos, de lejos, los mas viejos, los que se han ido desapareciendo, algo en su dejo nostálgico, nos hacia recordar a Stella Díaz Varin como una de las pocas sobrevivientes al olvido exagerado de su generación, y mas allá de eso, me hacia pensar desde siempre, lo sorprendente de su voz poética, que era mas grande que su propia poesía, y eso pocos poetas lo logran, marcar la voz, pero no esa voz del habla, sino esa voz que duele y como que pide a gritos que no se calle nunca la mano, porque así es esta carga terrible de miedos y soledades encima, que Stella de alguna manera llevaba en su mirada ruda, en sus lentes de marcos gruesos, en sus dejos de histeria romántica, cuando esa noche como todas las otra noches, terminaba hermosamente ebria, cansando a los amigos, cansando a la poesía, que egoístamente, pienso, siempre hablaba de ella como la chica hermosa que enamoro a Jodorowsky, y a toda su tribu masculina, a toda la Generación Literaria del ’50 : Enrique Lihn, Mariano Latorre, Jorge Teillier, todos, todos la amaban desde su pelo a su poetica. Pero Stella, era mucho mas que la chica mas linda de esos años dorados, era también la mas rebelde, la mas poeta. Y hablo de poeta y no de poetiza, porque la Mistral se desangro por todo latinomaerica explicnadonos eso, y no solo por las rondas, no solo por las niñas reinas y sus cantos desesperados, y los premios que le llegaron tardiamente, La Mistral, asi como Stella, lo argumentaba con su poética de rondas crueles, en un país que no quería bailar con ella, ni con toda esa larga historia de poesía de mujeres.
En esa mesa del bar, como muchas otra noches, estaban casi todos, la reunión estaba coronada por Stella Díaz, y sus comentarios, Rita hablaba de las nuevas tendencias y Nelly Richard era cómplice en los brindis y las copas de champagne con Stella, que a su vez brindaba con la estrella indiscutida de esa mesa Francisco Casas y su regreso apocalíptico a Chile, en un costado silencioso yo y mi amiga Gladys tratábamos de retomar miradas y diálogos, todavía tímidos, pero siempre protegidos por la caridad etílica y generosa de nuestra querida Rita que a su vez era la unión con la otra mesa políticamente ochentara: Lemebel, Berenguer y Parrita, también recuerdo a Coppello, a Becerro, a la familia Cárdenas, y Ximena Zomosa como parte representativa del lado visual de la mesa que posicionaba un dejo de odios silenciados por la derrota trágica de la poesía, con la belleza exagerada de las artes visuales, pero Stella, reía, toda la noche reía, a ratos se enojaba con furia, y luego se aferraba a las manos, a los dedos largos y a las alhajas exóticas de Pancho Casas, que colgaba en una larga falda y una blusa mucho mas larga, escotada con encajes florales, Stella dijo, según yo, y eso no lo olvide jamás, el poema mas lindo de Chile, “tu niñita, cabes como tres veces en esa blusa, están tan flaca, tan flaca...panchito están tan flaca..mira como vuela esta niña por esa blusa...”
Como siempre, la noche sigue en el desaparecido Insomnio, donde yo amaba a la dueña, y algunos se odiaban, algunos vasos volaban por el cielo, mi amiga amando clandestinamente, no diré a quien, pero muchos lo saben, y Stella Díaz Varin que nadie sabia quien ir a dejarla, quien la podia llevabar, quien la acercaba a la casa, quien la abrigaba en esa larga noche de borrachera y amorcitos bajo el abrigo.
Recuerdo, un verano cuando la calabaza del diablo organizo la lectura poética “Nunca saldrás del Horroroso Chile”...o algo así, Stella iba solo de auditora así como yo, y como muchos, en esa olvidado bar de lesbian power, el amor del bueno y sus gatos machos entre las sillas hippie, recuerdo, la lectura de varios amigos, y Stella que después de tener una discusión de genero con el cronista Gonzalo León, ella lo golpeo en su cara, directo un golpe cerrado que enmudeció a todos los asistentes, con su maldición ronca y brutal “desgraciado” repitió, dejando desvanecidas a las chicas lesbianas que no entendía el porque de este nuevo reinventado feminismo cultural, que mas tenia que ver con una acto de amor, que con un acto de genero. Y quizás por eso también fue hermoso, todo hablábamos después de lo exquisitamente desquiciada que estaba la poeta.
A Stella Díaz la ví varias veces, siempre así, miedo / belleza / locura. Ella era toda poesía, desde su pelo que me fascinaba hasta su voz. Hoy revisando mi correo, me encontré con la noticia de su muerte, supe por un amigo cercano que estaba enferma, hubiera querido escucharla leer por ultima vez, quizás alguna vez habarle dicho lo fans que era de su trabajo, así como mi teoría de que su generación insiste en ubicarla como la poeta linda, cuando yo sentía que ella debía exigir ser solo la poeta, sin esos apellidos siniestros que ponen los poetas que le escriben a las novias (poeta joven, poeta homosexual, poeta marginal) si lo único que importaba era su poesía, era su obra lo único que tenia que entrar en dialogo con la demanda cultural de estos tiempos y creo que de alguna manera, eso esta pasando, por eso esta canción de amor, como homenaje y como recado amoroso por esos dones predecibles de Stella, y su maravillosa poetica desquiciada en este país cada dia mas triste, con tantas muertes encima, de gente talentoza que se esta arrepintiendo de seguir en este horroroso Chile.
Palabras de Stella (L)
“Una sola será mi lucha y mi triunfo; encontrar la palabra escondida...”
“No. La poesía no es una ecuación biológica. La poesía, si tú la pudieras definir -porque es indefinible- es un arranque sentimental, es una memoria de otro arranque sentimental, nada más”.
”Yo creo que deberíamos preocuparnos un poco de que el poeta deje de ser una especie de ser mítico, alado y peregrino. El poeta es un ser humano con familia, con necesidades biológicas y necesidades de todo tipo, al que nadie le da boleto en este país (...) por lo menos me gustaría que el hombre creador tuviera una base y una mínima seguridad de vida para que pudiera seguir creando”.
SU POESÍA (L)
"Dejaban mi cabellera colgante desde el tronco de la puerta como trofeo
Sin precedencia en la historia de los indios manantiales
Y una cuenca abierta
para la mirada de los ojos indiscretos
colocada a la acera del abismo
Y esta era mi morada.
Un víbora, encerrada en la jaula,
destinada a cualquier pájaro,
y una piedra caída temporalmente desde la cima,
una piedra nómade en busca de aventuras
servía de puerta, de mesa de comedor...
Qué queréis que se haga con estos materiales.
Nada. Sino escribir poesía melancólica.
Acaso, cuando la noche
se despierte debajo de los murciélagos,
no haya otra cosa sino una sensación,
y a estas vertientes que a uno le aparecen desde el fondo de los ojos.
No haya
sino un alud de hijos de piedra,
de hijas de agua
de hijos de árboles.
Entonces escribiré mi biografía
al uso de los poetas indecisos.
Miraré a través de una llama de cobalto
y distinguiré objetos olvidados;
como cuando dormía adosada a la pared
y todo parecía bello sin serlo.
Tomaré una de mis pequeñas flautas colgantes
y entonaré la canción del amor."
2 Comments:
ooooooh es increible. me duele mucho.
no sé me sentí tocado. es que en el taller estan unas chicas haciendo un trabajo sobre rodrigo lira, gran amigo de stella, y con las chicas fuimos a la casa de stella para conversar sobre rodrigo hace unas cuantas semanas. lamentablemente nos fue imposible por que estaba durmiendo y borracha, nos dijo su hijo. en palabras mas sutiles claro.
pero antes a las chicas les habia dicho que le emocionaba que hubieran jovenes que aun valoraran a gente como rodrigo y yo pensaba que por que no decirlo, a ella tambein.
siempre me ha gustado harto, hasta en cuando aparece en la danza de la realidad de jodorosky. siempre amé que fuera uan de las propulsora de esta poesía que no está en un pedestal, que no es alturista, que demuestra que los poetas son humanos con necesidades y que las escriben.
esop
besos
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